Textos propios para la Misa de San Patricio

Contenido

Misa de San Patricio

 

Antífona de entrada                                                                                                                                                              Is 52, 7

¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la buena nueva, que pregona la victoria!

Oración colecta

Señor y Dios nuestro,
que enviaste al obispo san Patricio
para evangelizar a los pueblos de Irlanda,
concédenos, por sus méritos e intercesión,
que cuantos nos gloriamos con el nombre de cristianos
anunciemos siempre tus maravillas a los hombres.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas

Escucha nuestras súplicas, Señor,
y líbranos de todas nuestras culpas,
para que tu gracia nos purifique
por estos sacramentos
que ahora celebramos.
Por Jesucristo nuestro Señor.

Antífona de comunión Mc 16, 15; Mt 28, 20

Id al mundo entero y proclamad el Evangelio: yo estoy con vosotros todos los días -dice el Señor.

Oración después de la comunión

Señor, Dios nuestro,
que los sacramentos recibidos
fortalezcan en nosotros la fe
que nos legó la predicación de los apóstoles,
y conservó con su celo
tu siervo San Patricio.
Por Jesucristo nuestro Señor.

Liturgia de la Palabra

 

Lectura de la primera carta del apóstol San Pedro                                                                                             4,7b-11

    Queridos hermanos:
Sed moderados y sobrios, para poder orar. Ante todo, mantened en tensión el amor mutuo, porque el amor cubre la multitud de los pecados. Ofreceos mutuamente hospitalidad, sin protestar.
Que cada uno, con el don que ha recibido, se ponga al servicio de los demás, como buenos administradores de la múltiple gracia de Dios.
El que toma la palabra, que hable palabra de Dios. El que se dedica al servicio, que lo haga en virtud del encargo recibido de Dios. Así, Dios será glorificado en todo, por medio de Jesucristo, a quien corresponden la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios.

SALMO                                                                                                                                         Salmo 95,1-2a. 2b-3. 7-8a. 10 (R.: 3)

R.Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor,
bendecid su nombre. R.

Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R.

Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor. R.

Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente». R.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo 

a los cristianos de Éfeso                                                                                                                                                1, 3-6. 11-12

Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo, y nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor. Él nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, que nos dio en su Hijo muy querido. En él hemos sido constituidos herederos, y destinados de antemano -según el previo designio del que realiza todas las cosas conforme a su voluntad- a ser aquellos que han puesto su esperanza en Cristo, para alabanza de su gloria. 

Palabra de Dios

ALELUIA                                                                                                                                                                                         Mc 1,17

         Venid conmigo —dice el Señor—
         y os haré pescadores de hombres.

EVANGELIO

Por tu palabra, echaré las redes

Lectura del santo evangelio según san Lucas                                                                                                              5,1-11

En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret. Vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes.
Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
—«Rema mar adentro, y echad las redes para pescar».
Simón contestó:
—«Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes».
Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo:
—«Apártate de mí, Señor, que soy un pecador».
Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Jesús dijo a Simón:
—«No temas; desde ahora serás pescador de hombres».
Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

Palabra del Señor

 

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