
Queremos fundarnos en Jesucristo, que ha venido en carne (1 Jn 4,2), y en sólo Cristo, y Cristo siempre, y Cristo en todo, y Cristo en todos, y Cristo todo. Porque la roca es Cristo y nadie puede poner otro fundamento (1 Cor 3,11). Queremos amar y servir, y hacer amar y hacer servir a Jesucristo: a su Cuerpo y a su Espíritu.
(Constituciones, n. 7)
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