10 de mayo
San Juan de Ávila
Presbítero y doctor de la Iglesia
Memoria
Nació en Almodóvar del Campo en torno al año 1500. Ordenado presbítero, recorrió toda la Bética predicando a Cristo. Por medio de numerosos escritos, puso de relieve ante los presbíteros la naturaleza e importancia del Concilio de Trento, de cuya instauración fue una voz insigne. Caído injustamente en sospecha de herejía, sufrió juicio y pena de cárcel predicando con mayor fervor aún la doctrina católica. Retirado los últimos años de su vida en Montilla, diócesis de Córdoba, falleció el 10 de mayo de 1569.
Del Común de pastores: para un presbítero, o del Común de doctores de la Iglesia.
ANTÍFONA DE ENTRADA
El pueblo cuenta la sabiduría de los santos, la asamblea pregona su alabanza; vive su fama por generaciones. Aleluya.
Oración Colecta
OH, Dios,
que hiciste de san Juan de Ávila
un maestro ejemplar para tu pueblo
por la santidad de su vida y por su celo apostólico;
haz que también en nuestros días
crezca la Iglesia en santidad
por el celo ejemplar de tus ministros.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración sobre las ofrendas
Por este sacrificio de salvación
que te ofrecemos con reverencia profunda,
enciende, Señor, nuestros corazones
en el fuego del Espíritu Santo
con que encendiste el alma,
llena de caridad pastoral, de san Juan de Ávila.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión
Nosotros predicamos a Cristo crucificado, fuerza de Dios y sabiduría de Dios. Aleluya.
Oración después de la comunión
Saciados con la dulzura del manjar de vida,
te suplicamos, Señor,
que nos unamos más a tu Hijo
formando parte más perfectamente
de su Cuerpo místico.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
Hch 13,46-49
Sabed que nos dedicamos a los gentiles
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles
En aquellos días, Pablo y Bernabé dijeron a los judíos:
-«Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero, como la
rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: “Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra.”»
Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron.
La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Sal 22, 1b-3a. 4. 5. 6 (R/.: 1b)
R/. El Señor es mi pastor, nada me falta.
V/. El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara, mis fuerzas. R/.
V/. Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.
V/. Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R/.
ALELUYA
Mt 5,16
Alumbre así vuestra luz a los hombres,
para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre.
EVANGELIO
Mt 5, 13-19
Vosotros seis la luz del mundo.
Lectura del santo evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una lampara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.
No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley.
El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.»
Palabra del Señor.
Oficio de Lectura
Segunda lectura
De los escritos de san Juan de Ávila, presbítero y doctor de la Iglesia.
(Tratado del amor de Dios, 1. 2. 4: Madrid 2004)
El amor de Cristo
mira siempre en el Eterno Padre
La causa que más mueve el corazón al amor de Dios es considerar profundamente el amor que nos tuvo él y, con él, su Hijo benditísimo, nuestro Señor. Más mueve el corazón a amar que los beneficios; porque el que hace a otro beneficio, dale algo de lo que tiene; mas el que ama da así mesmo con todo lo que tiene, sin que le quede nada por dar.
Pues veamos agora, Señor, si vos nos amáis; y si es así que nos amáis, qué tanto es el amor que nos tenéis.
Mucho aman los padres a los hijos; pero ¿por ventura amaisnos vos como padre? No hemos nosotros entrado en el seno de vuestro corazón, Dios mío, para ver esto; mas el Unigénito vuestro, que descendió de ese seno, trajo señas de ello, y nos mandó que os llamásemos Padre por la grandeza del amor que nos tenías; y, sobre todo esto, nos dijo que no llamásemos a otro padre sobre la tierra, porque tú solo eres nuestro Padre. Porque ansí como tú solo eres bueno por la eminencia de tu soberana bondad, así tú solo eres Padre; y de tal manera lo eres y tales obras haces, que, en comparación de tus entrañas paternales, no hay alguno que pueda así llamarse.
Y si todavía eres incrédulo a este amor, mira todos los beneficios que Dios te tiene hechos, porque todos ellos son prendas y testimonios de amor. Echa la cuenta de todos ellos cuántos son, y hallarás que todo cuanto hay en el cielo y en la tierra, y todos cuantos huesos y sentidos hay en tu cuerpo, y todas cuantas horas y momentos vives en la vida, todos son beneficios del Señor. Mira también cuántas buenas inspiraciones has recebido y cuántos bienes en esta vida has tenido, de cuántos peligros en esta vida te ha librado, en cuántas enfermedades y desastres pudieras haber caído si él no te hubiera librado, que todas estas son señales y muestras de amor. Y, finalmente, pon los ojos en todo este mundo, que para ti se hizo todo por solo amor, y todo él y todas cuantas cosas hay en él significan amor, y predican amor, y te mandan amor.
Pero veamos agora qué tan grande fuese el amor que nos tuvo ese Hijo que nos diste. No hay lengua alguna que lo baste a decir. Algunos ignorantes y rudos no acaban de caer en la cuenta de este amor, porque su amor nace de la perfección de la cosa amada.
El amor de Cristo no nace de la perfección que hay en nosotros, sino de lo que él tiene, que es mirar en el eterno Padre.
Responsorio
Cf. Ef 3, 18-19; Jn 3, 16
R. Que podáis comprender el amor de Cristo, que trasciente todo conocimiento. *Así llegaréis a vuestra plenitud, según la plenitud total de Dios.
V. Porque tanto amó Dios al mundo que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. *Así llegaréis.
Oración
Oh, Dios, que hiciste de san Juan de Ávila un maestro ejemplar para tu pueblo por la santidad de su vida y por su celo apostólico; haz que también en nuestros días crezca la Iglesia en santidad por el celo ejemplar de tus ministros. Por nuestro Señor Jesucristo.