Misa de San Juan Bosco
Presbítero
Antífona de entrada 1 Rey. 5, 9
El señor le dio sabiduría e inteligencia
y un corazón grande como las playas junto al mar
Oración colecta
Señor, Dios nuestro,
en tu providencia nos has dado a San Juan Bosco,
padre y maestro de los jóvenes,
que, bajo la guía de la Virgen María,
trabajó con entrega infatigable por el bien de la Iglesia;
suscita también en nosotros la misma caridad apostólica,
que nos impulse a buscar la salvación de los hermanos
para servirte a ti, único y sumo bien.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los fieles
En esta celebración en honor del padre y maestro de la juventud, oremos, hermanos, a Dios Padre, siempre dispuesto a acoger las preces de sus hijos.
R. Escucha, Padre, nuestra oración.
1. Por el Papa, los obispos, sacerdotes y diáconos: para que anuncien el Evangelio de
la verdad y la alegría dando un testimonio gozoso de su vocación, roguemos al Señor.
2. Por los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora: para que, imitando a San Juan
Bosco en la entrega total de su vida al servicio de los jóvenes, sepan formar en ellos la verdadera imagen de Cristo, roguemos al Señor.
3. Por los jóvenes abandonados, marginados y sin ideales: para que en cada hijo de
San Juan Bosco hallen un amigo que los ayude a orientar su vida según el Evangelio,
roguemos al Señor.
4. Por cuantos trabajan en la educación cristiana de los jóvenes: para que vean en su
santo patrono un maestro y guía en que inspirar su misión, roguemos al Señor.
5. Por todos nosotros: para que sepamos practicar a diario la enseñanza evangélica de
la mutua acogida, a fin de que un día podamos ser recibidos por Jesucristo, roguemos al Señor.
Oh Dios, siempre fiel, que diste a San Juan Bosco un corazón grande y generoso, escucha nuestra oración, para que, guiados por tu Espíritu, sepamos vivir a diario lo que te pedimos con fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
Hermanos, al celebrar la solemnidad de San Juan Bosco, servidor fiel de la Iglesia y educador de los jóvenes, dirijamos con fe nuestras súplicas a Dios, rico en misericordia y bondad.
R. Guíanos, Padre, por el camino de la vida.
1. Por la Santa Iglesia de Dios: para que el Señor, que suscita santos según los
tiempos y necesidades, haga surgir también en nuestra época apóstoles celosos, maestros de la fe y animadores espirituales, roguemos al Señor.
2. Por las comunidades eclesiales: para que superando cualquier forma de egoísmo
trabajen con incansable aliento por los pobres, los débiles y los últimos, y procuren
superar toda marginación, roguemos al Señor.
3. Por los jóvenes: para que sepan captar las verdaderas exigencias de la historia y
trabajen con generosidad por un mañana más humano y cristiano, roguemos al Señor.
4. Por los padres y los educadores: para que ayuden a las familias, a las parroquias y a
los colegios a desarrollar el sentido de corresponsabilidad en la formación de los
adolescentes y jóvenes, roguemos al Señor.
5. Por la familia salesiana: para que, atenta a los signos de los tiempos e imitando el
ejemplo de San Juan Bosco, trabaje con denuedo en la salvación completa del hombre, roguemos al Señor.
6. Por los que estamos reunidos aquí: para que busquemos siempre lo que es
realmente verdadero, justo y virtuoso, y hagamos de nuestra vida una incesante acción de gracias a Dios, roguemos al Señor.
Señor y Padre nuestro, danos una fe rica en obras y una caridad sin fronteras, para que en las situaciones de cada día podamos ser, como San Juan Bosco, signos y portadores de tu amor a los jóvenes. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre las ofrendas
Acepta, Padre santo,
el sacrificio que te ofrecemos con fe sincera,
y haz que te amemos sobre todas las cosas, a fin de que nuestra
vida sea un himno en tu honor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo darte gracias,
y deber nuestro glorificarte,
Dios grande y misericordioso,
por Cristo, tu Hijo y Salvador nuestro.
Porque tú, Padre de amor eterno,
suscitaste en la Iglesia a San Juan Bosco
como amigo, hermano
y padre de los jóvenes,
para conducirlos
por el camino de la salvación.
Él, con mirada profética
hacia los tiempos nuevos,
los preparó para afrontar la vida
con honesta sabiduría
y una fe rica en obras.
Y, movido por tu Espíritu,
dio origen a una gran familia
para continuar por toda la tierra
su misión de maestro y de padre.
Por eso, nosotros,
congregados en asamblea de fiesta,
te cantamos un himno
de adoración y alabanza,
y unidos a los ángeles y a los santos
proclamamos sin cesar
el himno de tu gloria.
Santo, Santo, Santo…
Antífona de la comunión Mt 18, 5
El que acoge a un niño como éste en mi nombre,
me acoge a mí —dice el Señor—.
Oración después de la comunión
Padre, nos has alimentado
con este sacramento de salvación;
haz que imitemos la actividad incansable de San Juan Bosco
para conducir a los jóvenes hacia el amor de Cristo, tu Hijo,
fuente inagotable de vida nueva.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
BENDICIÓN SOLEMNE
El Señor, que inspira todo buen propósito,
os proteja siempre con su gracia
y os ayude a ser fieles a las promesas de vuestro bautismo.
Amén.
Cristo, el buen pastor,
os ayude a servir con alegría a los hermanos
imitando el ejemplo de nuestro [vuestro] santo fundador.
Amén.
A vosotros que celebráis con alegría
la fiesta de San Juan Bosco,
el Señor os conceda caminar siempre
en la fe, en la esperanza y en el amor.
Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo +y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros.
Amén.